Exploramos la comunicación como un puente que encuentra la unión con sí mismo y con el otro, como un medio para sanar, para generar confianza, conectar, liberar y crear. Recurrimos a herramientas para conectar y tranquilizar la mente, las emociones y la respiración, para que fluyan las ideas, las palabras y la acción creativa, permitiendo de esta manera crear relaciones saludables.

Al llegar al momento de ir a dormir, el cuerpo continúa tensionado y la mente con exceso de pensamientos, los cuales pueden generar nerviosismo, ansiedad o estrés, emociones que juegan un rol fundamental en nuestra incapacidad de relajarnos para obtener una buena noche de descanso.

Adicionalmente, nuestros hábitos de alimentación y las actividades previas al sueño también afectan el buen dormir. No se trata de dormir muchas horas, si no la calidad del sueño.

Nos conectamos con nuestra capacidad de liderazgo y reconocemos que la utilizamos en todos los aspectos de la vida: somos líderes de nuestras vidas. Aprendemos sobre los modelos mentales, paradigmas y estilos de aprendizaje propios y de las personas alrededor, porque un líder empieza por conocerse así mismo para establecer un liderazgo más consciente.

Por lo general, miramos a través de la ventana de nuestras percepciones, interpretaciones, emociones o deseos sobre algo o alguien. Al habitar el presente pasamos de estar atrapados en las invenciones de nuestra mente, a observar la realidad.

Exploramos el poder de la mente a través de técnicas meditativas que ayudan a entrenar la concentración, la ecuanimidad y la paz interior.

Es un camino de unificación, equilibrio, autocuidado y autoconocimiento. Es una oportunidad para nutrirnos, cultivar la vitalidad, conectarnos con nuestra intimidad y ciclicidad. Es vivenciar y experimentar desde lo más profundo de lo que somos.